Lucca
Después de nuestra aventura medieval nos fuimos a Lucca, otra ciudad de la Toscana. Es similar a las otras ciudades que habíamos visto(también tiene origen etrusco al parecer), pero tiene algo especial, acá las murallas que antiguamente la protegían, están intactas, claramente ya no cumplen su función defensiva, sino que podríamos decir que es una muralla viva, al ser ancha (me recordó la de Xi’an): la gente camina, hace ejercicio, conversa y lo mejor que es gratis!

Como ya era tarde cuando llegamos, partimos directo a comer, nos sentamos felices en la terraza y empezó a chispear un poco, nada grave, cuando derrepente se larga a llover con todo, viento incluido y la parte de la “terraza” en la que estábamos (no era más que la vereda con techo), se empezó a inundar! Menos mal habíamos pedido harta comida así que nos hicieron un upgrade a las mesas de adentro (llegamos sin reserva y estaba todo lleno supuestamente). Bueno, la comida estaba muy rica así que no nos importó mucho mojarnos, lo bueno es que cuando terminamos ya no llovía tan fuerte, porque yo andaba sin paraguas jejejeje.

Al día siguiente era domingo, así que partimos el día yendo a misa y después caminamos por la ciudad, que al igual que las otras, tiene muchas calles chiquititas y bonitas! Me gusta Italia! Fuimos a la plaza del anfiteatro, caminamos un poco por una parte de la muralla y por el resto de la parte amurallada de la ciudad.

Pasamos por fuera de la basílica de San Frediano, que tiene un mosaico afuera muy lindo representando la ascensión de Cristo! No quisimos entrar, porque justo había misa. Esta construcción es completamente distinta a la que habíamos visto, es de mucho antes (s.VI) y el mosaico tiene un estilo Bizantino/Medieval, pues es del s. XII.
Y por último con mi papá y la María Inés subimos la Torre Guinigi, no era tan alta como la de Siena (solo 44,25m), y las escaleras eran mucho más anchas y sin palomas!! Lo genial de esta torre es que en la punta tiene un mini jardín con árboles: robles, lo que le da un toque especial a la vista.
Después de esta visita express partimos rápido rápido al próximo destino:
Pisa
Debo confesar que no me llamaba tanto la atención ir a Pisa, pero me sorprendió positivamente. Creo que alguien me dijo alguna vez que la torre no era taaaan impresionante, y a simple vista para mi seguía siento impresionante (no súper impresionante), pero yo pensaba que ahí solo había una torre un poco inclinada, pero no! Además había otros edificios más: museos, catedral, baptisterio, y el conjunto de todo me gustó harto.

La inclinación de la torre se debe a la naturaleza pantanosa de donde está construida, de hecho en la ciudad de Pisa hay otras 2 torres que están inclinadas aunque no tanto como “la torre”, los otros dos también son campanarios de catedrales. Bueno esta torre inclinada estuvo cerrada al público por muchos años, para así poder estabilizarla.
Después de ir al Baptisterio partimos a subir la famosa torre, y lo que más me gustó y llamó la atención era que las escaleras estaban gastadas según a qué lado de la torre ibas (obvio!!) y a ratos, mientras vas subiendo, te va dando una mini sensación de mareo, y tu cuerpo se va cargando inevitablemente de un lado a otro.

Rapallo
Ya con Rapallo abandonamos definitivamente la toscana. Ésta es una ciudad que queda en la orilla del mar, pertenece a la costa de Liguria, esa noche como estaba lloviendo un poco, solo caminamos por la orilla del mar que quedaba cerca del hotel.

A la mañana siguiente partimos temprano a Portofino (y pasamos por Santa Margarita, otro balneario del mismo estilo que Rapallo). Mientras íbamos para alla, me daba la impresión de ir de Viña a Reñaca y a Concón, es decir el camino que unía a Rapallo con Santa Margarita y Portofino era similar, por lo menos para mí. Bueno Portofino es un lugar más chico que Rapallo (o así se ve) pero más elegante y también es muy lindo, todas las casas en los cerros y los colores le dan un toque especial. Acá caminamos un poco.

En la tarde el plan era tomar un tren y recorrer lo máximo que pudiéramos de Cinque Terre, pero lamentablemente estaba lloviendo bastante y a pesar que había tren de ida, no era seguro que hubiera tren de regreso, de hecho al mirar la pantalla con los horarios de los trenes, la mayoría estaban cancelados! Así que almorzamos y tuvimos una tarde relajada.
Que lindos recuerdos… Italia es muy entretenido… tiene vida las 24 hrs.
saludos