En este post les voy a contar de uno de mis lugares favoritos: Lentil as Anything, un restaurant que funciona a base de donaciones y donde tu pagas lo que crees que vale la comida, y tienes la oportunidad de contribuir en esta organización sin fines de lucro. Llevan funcionando con éxito por más de 13 años y creo que es un modelo digno de imitar. Ellos se enfocan en incentivar los valores de la confianza, generosidad y respeto. En su página explican que hacen esto, porque encuentran que todos tienen el derecho de disfrutar de una buena comida. Los que trabajan ahí son en su mayoría voluntarios, sin importar lo que hagan, de donde son, incluyendo a todos.
La primera vez que fui, fue con Ana, su pololo, Joel y Ema, y nos fuimos en bici, bordeando el río. Esto fue en mi primera semana acá, y desde ese día causó una buena impresión. Esa vez fuimos al que queda en un antiguo convento, hay una granja de animales al lado, y como el día estaba lindo, llegamos para el desayuno y nos quedamos hasta el almuerzo. Entre desayuno y almuerzo, recorrimos los alrededores, jugamos freesbe, disfrutamos del día.
Otra vez fui con la Bárbara y Tomás, y lo mismo, llegamos a tomar desayuno y nos quedamos hasta el almuerzo, ese día también estaba muy lindo, y ya se sentía que el invierno se estaba llendo. Eso si tuve un problemilla al almuerzo, nos sentamos afuera y adivinen que: palomas!! Fue terrible, al comienzo como que las aguanté, andaban caminando tranquilamente, pero cada vez eran más y más confianzudas, ya cuando se empezaron a subir a las mesas me fue estresando cada vez más. Ya cuando volaban entre mesa y mesa, colapse!! Tuve que salir!! Pero bueno, con palomas y todo fue un día increíble!
Otras veces fui a otros lentils con distintas personas: Ana, Bárbara, Fran, Pepa, sola; pero mi favorito es el del convento!
Para no aburrirlos en un post largo, decidí dividir en dos algunas de las aventuras que tuve.
Carmina Burana: Otro domingo cualquiera, vi un cartel en la calle de un concierto de Carmina Buranade Carl Orff y de la Rapsodia sobre un tema de Paganini de Rachmaninov, una obra escrita para piano, así que partí a verla. Cuando llegué ahí me encontré con unos de los amigos de Felipe y la Cristi que estaban para el 18. El concierto en piano fue muy lindo y fue genial ver al pianista sentir la música. Pero debo decir, que cuando comenzó Carmina Burana fue impresionante, en total eran más de 300 personas involucradas, entre la orquesta filarmónica de Melbourne, los distintos coros, los pianistas y los distintos artistas. Me encantó!! Y bueno quedé pegada con la música toda esa semana.
Cocinar: Otra cosa que he estado haciendo es cocinar, gracias a recetas que me dan mis amigas y mi familia, y bueno la Bárbara es mi principal víctima, pero cuando hago cosas más grandes invito más gente, porque si me comía todo sola, explotaba de comida jajajaja. Entre las cosas que hice están empanadas de pino, pie de limón, torta de merengue manjar, huevos pochados, french toast, comidas varias. Así que muchas gracias Pati, Hui y tutoriales varios de youtube.
Brighton Beach: Aprovechando mis días libres y que el verano ya está cerca, un par de veces fui a Brighton Beach, donde se pueden encontrar casitas de playas, son características de esta playa y son muy lindas. Eso si debo decir que las playas de Melbourne son bien tranquilas, parecen un lago a veces y corre mucho viento, por lo que son geniales para algunos deportes como el kitesurf. Acá les dejo una fotito.
Moto GP: En Phillip Island, una isla que queda cerca de Melbourne se corre el Gran Prix de Motos, fue una experiencia super interesante, porque en verdad yo no sabía nada, partí con Felipe y la Cristi y unos amigos colombianos de ellos. Me llamó mucho la atención la producción de los australianos, los que acamparon el fin de semana tenían de todo: parrillas gigantes, sillones, hasta tele!! Bueno después de caminar un rato alrededor de la pista, y ver como las prácticas de las motos, encontramos finalmente el lugar perfecto para ver las carreras principales: primera fila y con asientos! Las carreras partían de la peor categoría a la mejor, y debo decir que cada vez me sorprendía más la velocidad!! En un momento llegaban a ir a más de 320km/hr, o sea cuando pasaban al frente de nosotros apenas se veían!! Bueno la carrera esa vez no la ganó el favorito (Rossi) sino que Lorenzo.
Latin Festival: Todos los años al parecer, hacen una especie de latin festival, que más que nada son puestos de comidas en la calle (al más puro estilo fiesta de pueblo chileno) y un escenario con música y show. En este caso la mayoría de los puestos de comida acá eran latinos y españoles, y nuevamente fui feliz con la comida: completo italiano, anticucho y churrasco italiano en hallulla!! No cachan lo feliz que fui jajajajaja.
Pillow Fight: El domingo antes de viajar a Europa fui a ver a Federation Square como funcionaba una guerra de almohadas, iba en plan espectador que saca fotos, pero en algún momento me llega una almohada, así que en un momento de locura decidí unirme, y fue genial!! Partí sola y tímida a ver este evento que había visto en facebook, y terminé participando. Fue una locura, pero muy entretenido y liberador, la buena energía y risas de todos los que participaban era cuáticamente contagiosa y yo figuraba pegándole a extraños muerta de la risa!
Estoy de vuelta! Este es un post bastante largo, y no taaan entretenido, es un poco de mi proceso en la búsqueda de trabajo.
Bueno, y llegó el momento que estaba postergando: salir a la calle a buscar trabajo con el CV en mano. Imprimí algunas copias y partí a recorrer una calle con restaurants, primero entré a los que tenían un cartelito de que buscaban gente. Se mueren lo estresante que fue, tuve que sacar toda la personalidad que tenía escondida, y empezar a hablar. Me sentía roja como un tomate! Fue difícil pero desafiante! En verdad soy super tímida, especialmente para estas cosas y bueno, por esa misma razón lo postergué por un par de semanas, pero si realmente quieres trabajo, tienes que salir a repartir CV’s por todas partes.
De todos los lugares donde deje mi CV hubo uno que me tincó mucho: una tienda de pastas, donde había una señora muy amorosa trabajando, y me empieza a conversar porque me ve con cara de perdida, le conté que estaba haciendo y me dice que le deje una copia porque su jefe le comentó que quería contratar a alguien, además me dice que vaya al restaurant de la esquina y que pregunte por el dueño porque es su amigo, así que fui pero él no estaba pero igual dejé una copia de mi CV.
Mas pastas
Bueno y después de ese día tuve una semana muy productiva en términos de “pruebas” de pega: los primeros en llamarme fueron de un restaurant/pescadería, al que postulé por facebook, andaban buscando una mesera multiuso (que limpie también). Así que partí e hice la prueba por dos días, entretenida la pega, atender a clientes, compartes con las otras personas que trabajan ahí, aunque quedé pasada a pescado frito.
El mismo día que me llamaron de un restaurant italiano, pero para que vaya en la noche y me ofrecieron una prueba para hacer pizzas: así que partí a cachar que onda. El trabajo era ponerle los ingredientes a las distintas pizzas que vendían, eso era lo complicado, la variedad, eran más de 20! Lo encontré entretenido, y también fui a hacer una prueba por dos noches.
Pizzas y Bruschettas, lo que tenia que hacer en el restaurant italiano.
Esos dos restaurants fueron exactamente en los mismos días pero a distintas horas, así que yo corría de un lado a otro. Al final quedé en los dos, los dueños felices porque aprendí rápido y querían que empezara altiro, pero ahí me vino el stress, porque los dos trabajos eran cash in hand, o sea me iban a pagar en efectivo, menos del mínimo legal. Me costó pero al final desistí, en algún momento pensé en tomar el de las pizzas, porque era de noche y al lado de mi casa y seguir buscando durante el día, pero tomé la decisión de decir que no.
El tercer trabajo del que tuve prueba era prácticamente vendedora puerta a puerta: el producto, suscribirse a una fundación y pagar mensualmente una donación. Después de un día caminando, decidí que tampoco quería eso (el pago era 100% comisión). Me requetecontra congelé, porque aparte los únicos zapatos decentes que tenía no eran los más adecuados para andar caminando, y al final a esta empresa les da lo mismo la situación de la gente a la que visitan, los que más te acogían y te escuchaban eran los que menos tenían, y honestamente no me habría sentido bien, ya cuando prácticamente obligó a una señora que le dijo que no tenía casa, que recién la había perdido y que estaba alojando ahí porque unos amigos la recibieron, decidí irme. La pobre señora no cachó en que se estaba inscribiendo!!!
Rigatoni y Ravioli
Bueno y cuando ya iba de regreso a mi casa me llega un mensaje de texto del dueño de la tienda de pastas preguntándome si aún estaba interesada en trabajar con ellos. Así que partí al día siguiente a hablar con él y obvio que lo primero que le pregunto es si la paga es real o cash in hand, y era legal, así que quedamos que al día siguiente iba a ir a ver cómo funcionaba la tienda. Y justo ese día le tocaba trabajar a la señora amorosa: Paula. Ella es australiana de Melbourne toda su vida, muy buena onda y buena para conversar. Así que así partió mi entretenimiento, un jueves en la mañana, y bueno básicamente es vender y yo era feliz, porque cuando chica jugaba a ser vendedora que daba boletas y vuelto y yo era feliz. Después volví en la tarde para ver como se cerraba la tienda, y cuando ya estábamos listas, llega su marido a buscarla y me invitan a tomarme una copa de vino con ellos. Muy simpáticos y amorosos los dos!
Flinders Street Station
Bueno, me junto con mi futuro jefe al día siguiente y quedamos en que la semana siguiente voy a ir a conocer las otras tiendas, donde voy a trabajar. Donnini’s Pastas, es una tienda de pastas frescas que lleva varios años en Melbourne, y que recientemente fue comprada por Ross (mi jefe) y Mario, el chef que llevaba años trabajando en Donnini’s. Tienen tres tiendas: Carlton, que es donde llegué a pedir trabajo, y que queda cerca mi casa; Toorak, donde está la cocina y hacen toda la pasta y Canterbury, una tienda tranquila en un barrio clásico de Melbourne. Cada tienda tiene su encanto y gracia. Carlton es super movida, clientes todo el rato; Toorak, siempre algo que hacer, ayudar en la cocina, preparar materiales para las otras tiendas, te entretienes con los de la cocina. Y Canterbury, es la tienda más lenta que tienen, pero con su encanto, y me deja tiempo libre para leer. En todas tenía mis clientes regulares, que se sabían mi nombre y todo. Empecé trabajando 3 días a la semana, pero le pedí más días a mi jefe, así que reemplacé a una de las vendedoras que se fue de vacaciones, así que por 5 semanas estuve trabajando dos días en Toorak y 4 en Canterbury. Ya cuando volvió de sus vacaciones, seguí con dos días en Toorak, uno en Canterbury y uno en Carlton.
En mi trabajo
Bueno a los largo del post les fui dejando fotos de los productos que vendíamos, todos hechos a mano y frescos cada día, y hay que decirlo, pucha que era rica esa pasta, se siente la diferencia. Y ese fue mi primer trabajo oficial en Melbourne, una experiencia genial pero ya llegó el momento de moverse, así que después que les cuente de lo que estuve haciendo en mi tiempo libre, les contaré de mis vacaciones que están por comenzar.
Después de estar super desaparecida del blog les contaré en que he estado estos últimos meses, trataré de contarles lo máximo posible, aunque no será tan en orden cronológico, más bien van a ser distintos temas.
Mi segunda semana en Melbourne partió con el arriendo de una pieza muy cerca del centro de la ciudad y que estoy compartiendo con la Bárbara, ese lunes después de hacer todos los trámites partí a comprar los ingredientes para hacerle un ceviche a Ana y sus housemates, que habían sido muy buena onda conmigo, iba todo bien hasta que tuve que comprar el pescado, ni idea cual era bueno así que me arriesgué y le achunté, ahora no me acuerdo que pescado compré pero según ellos quedó muy rico, aunque quizás se me paso la mano con el limón: se lo comieron todo!
Esa semana la Ana se fue a Nueva Zelanda por un par de meses (mientras aplica a la working holiday visa), yo seguí avanzando con la búsqueda online de pega, me inscribí a una biblioteca y llegó Jesse a Melbourne, el gringo que conocí en Tailandia y con el que fui a Indonesia. Y lo mejor es que llegó un día antes de mi cambio casa, así que me ayudó con su auto y me llevó a comprar las cosas que me faltaban: sábanas, plumón, etc. El piso en el que estoy viviendo lo compartimos con 4 personas más: Gianni, un italiano que no habla nada de inglés, realmente nada!. Comparte pieza con Sunil, de India, quien está terminando su PhD y está trabajando en el area de investigación del Melbourne Hospital; JK de Corea, es un poco tímido pero bien buena onda y él compartía pieza con un chico que parece que es de Cánada, pero JK no está seguro, dice que no habla nada. Y es verdad! Cada vez que lo vemos pasar no dice nada! Tanto así que un día derrepente vemos a otro chico en el dpto. que nos dice “Hola, soy Filippo de Italia”, y así nos enteramos que el canadiense sin nombre se fue. Así que estamos felices con nuestros flatmates, todos buena onda y además con la Bárbara tenemos un minipatio privado, al que le van a poner pasto sintético la próxima semana, así que genial para el verano!
Con los flatmates, falta Sunil
Aprovechando que Jesse estaba acá, partimos los 3 con la Bárbara a un free walking tour, así como para cachar un poco Melbourne, en general no me gustan mucho los tours, pero he descubierto que en las ciudad a veces es bueno hacer estos walking tour porque ayuda a orientarse y ver que vale la pena profundizar. Esa semana también me junté con Felipe Mercado y la Cristi (su señora). Felipe es un compañero de pega de Hites y se vinieron con la Cristi a estudiar acá, estuvo muy entrete esa junta. Siguiendo con lo social, también logré juntarme con Tomás, un chileno al que conocí en Chile justo antes de venir.
Junta con Felipe y la Cristi, y un poco del walking tour
Esos días me junté harto con Jesse antes que se fuera de vacacines a Fiji (tengo que ir!!), y con Tomás, la Bárbara y Felipe con la Cristi: fuimos a bailar, otro día fuimos a ver unos fuegos artificiales que hay todos los viernes, y bueno me encantan!! Estuvieron increíbles!
En cuanto a la búsqueda de trabajo, esa semana fui a una prueba de kitchen hand, pero fui un fracaso, demasiado lenta, nunca más supe de ellos jajajaja pero alguien contestó un aviso de babysitter que postié, así que cuidé por dos tardes a una niña muy simpática de cómo 4 años, y con esa plata me pagué un curso de primeros auxilios y el curso de RSA o Responsible Service of Alcohol, que es para poder trabajar en cualquier lugar donde se vendan tragos, no es llegar y trabajar en un restaurant o tienda, hay que tener un curso aprobado. Y también saqué una tarjeta que me permite trabajar con niños: Work with Children card. En verdad acá para todo te piden algún tipo de certificación o curso.
Esos días de búsqueda de pega igual fueron mini estresantes, a pesar que tenía mis ahorros y todo, el estar con esa incertidumbre era raro, y bueno con la Bárbara nos reíamos de nuestra situación. Bueno en mi próximo post les voy a contar como fue la búsqueda de trabajo, y de ahí en adelante vendrán post un poco más entretenidos!!
Ya ha pasado un mes y medio desde que llegue a Melbourne, y han sido tantas cosas las que han pasado, que aún no se cómo voy a enfocar este post. Así que partiré relatando un poco lo que fueron mis primeras dos semanas acá, y luego los otros post van a ser de distintas impresiones y cosas que tiene Melbourne que me han llamado la atención.
Para poder llegar a Australia tuve que recorrer Estados Unidos: de Miami volé a Newark, que fue genial! Porque al aterrizar pude ver Nueva York, una ciudad que en verdad me encanta. Luego de esperar mil horas ahí, partí finalmente a Los Angeles, donde llegué justo para ver los últimos 10 minutos del partido con Perú (Copa América) y ahí conocí a Yonas, un chico muy buena onda de Etiopía y que ya llevaba como 5 o 6 años en California. Y finalmente llegó el momento de volar Australia, algo genial de ese vuelo es que no tenía a nadie sentado al lado mío, así que tuve 3 asientos para mi sola!
New York desde el avión
Después de una mini escala en Sydney, por fin llegué a Melbourne. Acá gracias a mis amigos chilotes, me adoptó una española que ellos conocieron cuando estuvieron por acá (Gracias Juan y Julián!). Fue cero complicado llegar, lo primero que tuve que hacer fue comprarme una Myki, que vendría siendo una especie de bip!, cuando por fin llegué a la casa de Ana, no había nadie, pero me esperaba un mensaje de bienvenida, que me encantó, ya con eso me sentí demasiado acogida.
Como tenía sólo un poco de Jetlag, me obligué a salir, y me junté con la Bárbara, otra chilena que llegó una semana antes que yo, ella es amiga del colegio de la Caro, así que genial. Una vez que estuve con ella, me llevó a comprar un chip para tener un número australiano y fuimos a almorzar. Al final del día yo estaba verdaderamente muerta, así que volví a la casa para poder conocer a Ana!
Cosas que uno encuentra en un mall en Australia, biblioteca gratis. Y funciona!
Durante la primera semana entera me quedé en la casa de Ana (en un sofá increíblemente cómodo). Ella vive con su pololo, Sylvain; una pareja de australianos: Joel y Ema, y otra chica más, que vi sólo una vez y no me acuerdo de su nombre. Y hasta el día de hoy han sido geniales. Entre todos han armado una casa muy acogedora, y además tienen una perrita (Jelly Roll), un gato y gallinas! Y todos ellos desde el comienzo me han incluido en sus actividades.
Por ejemplo, en mi segundo día Ana me escribe que me vaya a tomar un café con ella y con David, uno de los niños que cuida, me da la dirección y me dice que tome cualquiera de las bicis que están en la parte de atrás de la casa. Partí feliz en una bici, que era demasiado alta para mí, pero me dio lo mismo, así que iba yo pedaleando acordándome de cuando fui a Cambridge con mi hermana: recién había llovido, los autos andan al otro lado, el verde de los parques, el frío, la sensación de libertad, todo me acordaba de mis dos meses en Inglaterra. Esta en eso cuando derrepente, pum! Yo estaba en el suelo, no cacho mucho como fue, pero termine con mis pantalones rotos en la rodilla, y lo primero que pienso: “por favor que nadie me haya visto!”, menos mal no había nadie, lo segundo fue revisar la bici y no me la había echado así arriba de nuevo y me arranqué! El café y la conversa con Ana estuvieron geniales! Ese día en la tarde también hice trámites: abrir una cuenta en un banco, acá es demasiado fácil: vas al banco que tu elijas y en 20 minutos ya tienes tu cuenta. Otro trámite que tuve que hacer, pero de manera online, fue sacar mi Tax File Number, que necesito para temas de impuestos acá.
Desayuno con Esra, Ana y Sylvain 🙂
El resto de los días los dividía en juntarme con la Bárbara a buscar una pieza para nosotras y en actividades sociales, por ejemplo un día salí a comer con Ana, Sylvain y unos amigos de ellos. El sábado en la noche partí con la Bárbara a una fiesta en la casa de Sooin, la coreana que conocí en Roma, que cachó que estaba en Melbourne, así que genial! Y bueno el domingo 5 de Julio (sábado 4 en Chile), partí a las 5 de la mañana a ver el partido final de la Copa América, fue estresante pero genial, nada que decir, estar todo el partido a cero y después pasar a alargue y después penales, se me quitó todo el sueño que tenía. Después de eso me fui a la casa y partimos con Ana, Sylvain, Joel y Ema a tomar desayuno a Lentil’s as Anything, más adelante voy a escribir un post especial contando de ese lugar genial. Nos fuimos en bici, y fue un paseo muy lindo por la orilla del río (aparte el día estaba perfecto), jugamos freesbe, caminamos por los alrededores, almorzamos y regresamos a la casa por el mismo camino.
Chile campeón y freesbe en Lentils
Ese domingo en la noche Joel y Ema me invitaron a la casa de una amiga de ellos, y también se nos unió Yannick, un alemán que también está acá con la working holiday. Debo decir que fue una comida muy “distinta” pero entretenida: llegamos y había mucha más gente, muy buena onda todos, pero nosotros nos fuimos para afuera y traté de jugar pool, fui un fracaso pero estuvo divertido. De ahí comimos y hubo un momento especial para compartir, donde la dueña de casa, Kendra, recitó poesía, mientras Joel tocaba el didgeridoo, un instrumento típico de Australia. Y así poco a poco se fue dando una dinámica alternativa, donde algunos contaban chistes, otros recitaban otros poemas, otros opinaban que sentían, y yo escuchaba y disfrutaba.
Wuaa, me acabo de dar cuenta que me alargué demasiado en la primera semana de Melbourne, así que lo voy a dejar hasta acá, y continuaré la segunda semana en otro post.